Un 9 de Julio de 1816, entre aromas de naranjos y bajo un sol intenso, en la provincia de Tucumán, la más chiquita de Argentina, precisamente en la casa de Doña Francisca Bazán de Laguna, ocurrió algo muy importante para todos nosotros.
Y así un día alguien en Tucumán abrió las puertas y el corazón, para que una casa acunara nuestra historia como país.
En este día tan especial, recordamos con alegría y respeto a aquellos que lucharon por nuestra libertad.
Gracias a las familias y las seños que representaron este momento tan importante de nuestra historia de nuestro país.
Que resuene siempre en nuestro corazón este grito ¡VIVA LA INDEPENDENCIA!