El poder de la oración de los niños es inmenso. Por eso en este mes dedicado al rosario, hemos contemplado al comienzo de cada jornada distintos momentos de la vida de Jesús. Cada Avemaría que rezamos es el regalo de una flor que llega al corazón de nuestra Buena Madre María. Las familias también han acompañado estos encuentros con alegría.
Pues como dice Eduardo Verastegui; » La familia que Reza unida permanece unida y la bendice Dios»