ACOMPAÑAMOS A JESÚS, PUDIENDO DESCUBRIR SU GRAN AMOR POR CADA UNO DE NOSOTROS. ESE AMOR QUE FUE TAN GRANDE, TAN PLENO POR EL CUAL HOY DECIMOS CON ALEGRÍA QUE : JESÚS VIVE EN NUESTRO CORAZÓN. ¡ALELUYA!

“EL GOZO DE LA RESURRECCIÓN  ES LA FUERZA QUE NECESITA NUESTRO MUNDO” (Monseñor Luis Fernandez).