Transcurrido más de dos meses que se estableció el aislamiento social, cada comunidad, cada familia, ha revisado y resignificado sus tiempos. Se nos invita como miembros de la Iglesia a que cada casa, se convierta en una auténtica Iglesia doméstica, donde se viva en familia la oración y la caridad cristiana en la ayuda, protección y el acompañamiento mutuo.

Es por ello que desde los tres niveles de la Institución, se continúa con el diseño de propuestas que movilicen un momento de oración personal o familiar, recordando que la presencia de Dios no queda encerrada en las paredes del Templo. Pero no sólo los niños y jóvenes son invitados a vivir un encuentro con Jesús, también un grupo de docentes realiza reuniones virtuales semanales, bajo la propuesta de “Alpha”, una serie de episodios para pensar sobre las bases de nuestra Fe.

Además, se compartieron subsidios que llegaron de la Diócesis de Rafaela y del Equipo de Animación de la Evangelización Maristas Cruz del Sur, cada uno de ellos organizados y pensados para lograr un momento de oración especial.

Sigamos unidos en oración y participando de la Eucaristía dominical, que domingo a domingo nos llega a través de muchos sacerdotes que disponen todo para acercarnos a Jesús.

Que María nuestra buena Madre, nos guíe y cuide.

Coordinadoras de Pastoral