
“La vida es un tesoro precioso, pero solo lo descubrimos si lo compartimos con los demás”
Papa Francisco.
Como comunidad, el 11 de diciembre despedimos con profundo dolor a Analía Macorigi, docente del Nivel Primario , quien estaba luchando con una dura enfermedad.
Su partida deja un gran vacío en el colegio donde trabajó durante tantos años viviendo una pedagogía de la presencia y testimoniando su ser de educadora marista. Portadora de una sonrisa franca y particular sentido del humor supo ganarse el cariño y respeto de sus compañeros, alumnos y familias.
Hoy damos gracias por estos años compartidos, por su entrega y trabajo responsable, por su espíritu de servicio y su don de buena persona. Damos gracias por “su vida con aroma a violetas”: sencilla, humilde y modesta, como lo quería San Marcelino.
Y como “solo queda lo que damos” es a través de su legado que seguirá presente en nuestros corazones, en nuestros recuerdos, en aquellos gestos y palabras que dejaron marca como huellas de su recorrido.
Que brille para Analía la luz que no tiene fin. Y que la fe en la vida eterna nos dé esperanza y resignación.
Vuela alto querida compañera. Descansa en la paz del Señor junto a Nuestra Buena Madre y a todos los seres queridos que nos han precedido.