
Convencidas de que a través de la observación directa los aprendizajes son más significativos, visitamos la muestra. La misma tiene una función atractiva, promueve la necesidad, curiosidad y el deseo del niño por investigar y reflexionar; además promueve una apropiación del conocimiento.
Compartir una jornada en la 117° “Exposición Rural de Rafaela” nos brindó un acercamiento real y concreto, con alto valor conceptual, procedimental y emocional.
Pudimos estar presentes, estar ahí, pasar del rol pasivo al activo… Ver, tocar, hacer, compartir, aprehender, tomar, agarrar, hacer a la realidad parte de uno para volver a ella, dándole un significado nuevo y propio.
¡Una experiencia única y fascinante!










