Vivimos el regreso a la presencialidad con mucha alegría y emoción. Y es que la escuela es el lugar donde la experiencia educativa sucede a partir del encuentro, del vínculo real…donde la magia y la alegría propia de los niños está a la hora del día.
Una estatua viviente, un mimo y unos divertidos payasos nos dieron la bienvenida.
Estamos felices de encontrarnos, de recuperar nuestros espacios y rutinas, de poder volver para compartir esta apasionante tarea de enseñar y aprender.